domingo, 6 de diciembre de 2015

UT. L ´ARDENYA (525 IBP)



Vamos con la caravana dirección a Santa Cristina d´Aro para disputar por tercera vez la marato y mitja de l´ardenya, 63 kms de nada.
Tras cenar una pizza en el pueblo e ir a dormir al lado del pabellón, me levanto a las 6 de la mañana y una vez cambiado y un rápido chequeo al cuerpo el balance es medio engripado y una sensación rara en el estómago. De todas maneras la decisión de salir está tomada. Mientras cojo el dorsal saludo a Doro y Helena y también coincido con Juli y David Roldan, con el cual acabé el año pasado.
 
Una vez dada la salida, al intentar seguir el ritmo de Juli y David, me doy cuenta que van demasiado rápidos y poco a poco me voy descolgando. Voy haciendo chino-chano, hasta que tengo que hacer una parada técnica, me desvío del camino y empiezo a sacarme ropa. Cuando salgo al camino coincido con Doro y me pego a él. Subimos por las primeras piedras y bajadas técnicas, como llevan el mismo ritmo seguimos juntos. Pasamos el primer avituallamiento, pasamos por al lado de un rio, que el año pasado llevaba agua y este año nada. Vamos dirección a la playa, cogemos el corriol guarro del año pasado, no me acordaba de tramos tan duros... me pesarían las piernas de la Ultra de Collserola? Aunque de patas andaba bien, el estomago lo tenía cerrado y aunque llevaba dos bocatas, no comí nada consistente en todo el día. Doro y Helena se van quedando atrás, momento que aprovecho para hacer otra parada técnica. Hablo con un chico que también había hecho la de Collserola y comentamos que esta no es tan corredora. Llegamos a la zona de la playa, quien pasa por primera vez por aquí, flipa. Bajamos por un talud donde hay una chica que nos hace fotos, avituallamiento y subida. 






Aunque vamos bastante bien y vamos adelantado a gente, me sigo encontrando con el estomago cerrado. En un punto, decido hacer otra parada técnica y cambiarme las mallas, no le digo a Doro para que vaya tirando y luego lo alcanzo. Seguimos por corrioles y diferentes alturas hasta llegar a las torres de la luz, donde hay un cortafuego que me deja tan tocado que ya no puedo recuperarme. Me voy casi arrastrando por una bajada guarra y aunque las zapatillas se han comportado muy bien hasta aquí, las piedras mojadas son una trampa, piso mal y se me enrampa el gemelo izquierdo. Me pasan los corredores que había anteriormente adelantado. Me pego a una chica que también va tocada de la rodilla hasta que compruebo que la rampa a sido eso, una mala pisada. En los últimos kms enlazo con el último de la marató, que parece que va de paseo, tiene los palos colgados en la mochila y va con un palo de madera... 

Veo el final haciéndose súper largos los kms finales hasta llegar a meta, y aunque tardé casi media hora más que el año pasado, medio satisfecho, ya que desde hacía 15 días no había salido más que una vez a entrenar. 


Comentamos la jugada en la llegada, me como los dos bocatas que llevaba, y después de la buena bolsa de regalo, me tocó una sudadera bastante guapa. Al final 63,24 kms, en 9,59 quedando el 59 de 81 llegados y de unos 125 corredores.
Este año muy bien señalizado con cintas y pintura. Avituallamientos escasos. Voluntarios correctos y ruta bastante engañosa.